Francisco Javier Ávila, licenciado en Filología Hispánica, vivía en Nueva York al ganar el premio Hiperión. De Aquel mar de esta orilla su autor ha escrito: "Este libro es un pequeño bazar atiborrado entre dos mundos, y hormiguea por él casi de todo: asiáticos, africanos, europeos del este y el oeste, americanos de todas las alturas, palestinos, gallegos, andaluces, yordis, locatis de diversos credos, televisión, radio, noticias falsas, minutos de publicidad, cine, pintores, bailarines..."
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Es posible que algunas lectoras y lectores familiarizados con lo que suele llamarse "poesía" no en todas las páginas de este libro encuentren exactamente lo que esperan.No están mal las sorpresas, las sonrisas, las pequeñas o grandes indignaciones, que se encrespen los sabios o se enfurruñen los poetas. Brillan las navajas cuando una tipa o un tipo construyen un barquito de papel con la hojita sagrada donde se lee "Esto sera muy bueno, porque entiendo muy poco". Por otra parte, ¿que es "entender"? Un viejo poeta que una vez viajo en coche recordo el viejo reto "de atreveros a decir Omanzana" ", o las palabras de una Teresa inolvidable.,exactamente lo que esperan: aires de antiguos montes, pinos exhaustos, nubes interrogantes o casas soñadoras; historias de antiheroes con hijos, prisas o hipotecas; la voz de un gato, una mosca, una cabra rebelde, un dinosaurio diminuto; las prosas crudas de una radical, los ecos de algunos muertos vivos.No es facil saber que seres escriben o susurran algunos de estos textos. Ellas aciertan siempre. Los errores se deben a quien ustedes pueden imaginar.Todo puede asumirlo alguien que es nadie, o que se da por muerto.F.? J.? A.?
Des de fa més de mil anys, a la mitjanit en punt, ocorre un fet màgic a les cases de Fairy Oak: minúscules fades lluminoses expliquen històries de nens a bruixes d''ulls bons, emocionades i atentes.
En busca de la sabia Olcanfor, que vive en Calistonia, viaja desde Cantalia el desastroso Arkádipi el Poeta, acompañado de la fuerza bruta brutísima de Robuchék el Atleta y del furor guerrero y las cabriolas locas de Sefiria la Walkiria. Sefi, Robu y Dipi: ¡vaya panda! El requetepoderoso y requetemalvado Don Pókten y todos sus esbirros, intentarán hacerles la vida imposible...