Este libro es la consecuencia de muchos años de trabajo. Es la búsqueda del alma de las cosas; es un intento de elevar lo cotidiano al rango de poema para darle, sin empalago, a la poesía, la medida adecuada de sus ingredientes naturales... musicalidad, cadencia, ritmo... efectos armónicos que no siempre se consiguen conjuntamente. Pero, sobre todo, la poesía tiene epidermis... piel de sensaciones, pétalos de sentimientos. Si un poema no es capaz de transmitir estas cualidades... podrá ser un buen texto, pero no habrá conseguido alcanzar el rango de poema; se habrá quedado en el intento, incapaz de alcanzar su destino. Que nunca llueven los versos a gusto de todos es algo que no se puede obviar, pero hay que seguir en el empeño de ser, de tratar de lograr el poema perfecto.