Jesucristo es el único sacerdote en sentido propio. El sacerdocio cristiano, tanto el común de todos los fieles como el ministerial, es la participación por gracia en Su sacerdocio. Por eso, solo la mirada al sacerdocio de Cristo hace visible el significado existencial y espiritual del ser cristiano y del ser sacerdote.
George Augustin ofrece respuestas vigorosas y bien fundadas a la pregunta de cómo puede cuajar humana e intelectualmente la vida del sacerdote a la vista de la actual situación de sobrecarga pastoral y cuestionamiento de la propia identidad.