Una sociedad que no presta atención a la educación es una sociedad sin futuro. Pero, qué educación haya de ser y qué papel deba desempeñar la ética en ella es un tema que no deja de presentar interrogantes generacion tras generacion. Este libro destaca los principales desafios que se le presentan a la sociedad actual y considera cual es el cometido propio de la educacion para afrontarlos. No basta con una declaracion de buenas intenciones y menos si cabe con presuponer que todo el mundo sabe lo que es una ?buena educacion?. Es necesario concretar cuales son los peligros de una enseñanza desprovista de la dimension etica y argumentar con solvencia por que es tan importante no solo instruir profesionales tecnicamente competentes sino que es necesario formar personas eticamente excelentes, criticas pero tambien compasivas, ciudadanos verdaderamente responsables y solidarios. Solo desde una educacion plenamente etica, es decir, no regida por las leyes del mercado sino orientada a la formacion de un buen caracter es posible combatir el desafio educativo mas radical, el de transformar una sociedad de individuos desmoralizados por el de una comunidad de personas con altura moral.
La inclusión social constituye uno de los principales indicadores de una sociedad ética y humanamente desarrollada y es misión de las instituciones educativas el cultivo de las capacidades humanas que permitan atender a los contextos de diversidad intelectual y exclusion social.
Una sociedad que no presta atención a la educación es una sociedad sin futuro. Pero, qué educación haya de ser y qué papel deba desempeñar la ética en ella es un tema que no deja de presentar interrogantes generación tras generación. Este libro destaca los principales desafíos que se le presentan a la sociedad actual y considera cuál es el cometido propio de la educación para afrontarlos. No basta con una declaración de buenas intenciones y menos si cabe con presuponer que todo el mundo sabe lo que es una buena educación . Es necesario concretar cuáles son los peligros de una enseñanza desprovista de la dimensión ética y argumentar con solvencia por qué es tan importante no solo instruir profesionales técnicamente competentes sino que es necesario formar personas éticamente excelentes, críticas pero también compasivas, ciudadanos verdaderamente responsables y solidarios. Sólo desde una educación plenamente ética, es decir, no regida por las leyes del mercado sino orientada a la formación de un buen carácter es posible combatir el desafío educativo más radical, el de transformar una sociedad de individuos desmoralizados por el de una comunidad de personas con altura moral.
Una sociedad que no presta atención a la educación es una sociedad sin futuro. Pero, qué educación haya de ser y qué papel debe desempeñar la ética en ella es un tema que no deja de presentar interrogantes generacion tras generacion. Este libro destaca los principales desafios que se le presentan a la sociedad actual y considera cual es el cometido propio de la educacion para afrontarlos. No basta con una declaracion de buenas intenciones y menos si cabe con presuponer que todo el mundo sabe lo que es una buena educacion. Es necesario concretar cuales son los peligros de una enseñanza desprovista de la dimension etica y argumentar con solvencia por que es tan importante no solo instruir profesionales tecnicamente competentes sino que es necesario formar personas eticamente excelentes, criticas pero tambien compasivas, ciudadanos verdaderamente responsables y solidarios. Solo desde una educacion plenamente etica, es decir, no regida por las leyes del mercado sino orientada a la formacion de un buen caracter es posible combatir el desafio educativo mas radical, el de transformar una sociedad de individuos desmoralizados por el de una comunidad de personas con altura moral.