Este libro inédito es y no es como los otros seis de su autor. Lo componen escritos que esperaban en la gaveta formar parte de algunos libros que Solana tenía proyectado publicar y otros que fueron desestimados para integrarse en alguno de los que publico. Los temas y el tono son los mismos de siempre: el universo de los desamparados, la alucinacion de sus paisajes y unas criaturas aplastadas por su carnavalesca sinrazon, y, desde luego, la terrible verdad de saber que no somos muy diferentes a nuestras mascaras ni nuestras mascaras muy distintas de nosotros; las hacemos a nuestra semejanza y queremos parecernos a ellas: he ahi el argumento de la vida. En cuanto a la escritura cabe percibir aqui, en algunos pasajes, mayor autenticidad y primitivismo que en sus libros conocidos, tal vez por llegarnos sin la intervencion de correctores espontaneos, lo que añade aun mas si cabe expresividad al conjunto. Expresividad, que como no podia ser menos, pone de manifiesto el verdadero sentir de Solana, lirico siempre, fuerte y delicado. O sea, compasivo.
Con una estética que resalta lo extravagante, no lo pintoresco, José Gutiérrez Solana retrata en Madrid callejero la situación de un Madrid cambiante. Las calles son las protagonistas de la obra, a traves de ellas el escritor nos desvela el ambiente en el que se desenvuelven los madrileños y podemos percibir los olores, el gusto y el habla de estos. Todo ello presentado mediantae una sucesionn de cuadros inspirados en "lo natural", en lo real, y descritos con toda la fuerza y el dramatismo que el pintor Solana plasmaba en sus lienzos. El color negro, junto a la presencia de la Muerte y de las Mascaras, resalta en estas paginas, dada la concepcion tenebrosa que el autor tiene de la existencia. (Edicion de Teodoro Santurio Sanchis)
Los franceses, tan amantes de una España cigarrera y arrebatada y de una cierta idea de lo negro nuestro (afrancesando a su modo los toros, las castañuelas y la Virgen), jamás han transigido ni digerido al mas genuino de los españoles, a aquel que nacido de la España mas negra estaba llamado a encontrar en ella, como en un pozo muy hondo y cervantino, su venero mas puro, claro y limpio. Si, Jose Gutierrez-Solana es mucho Solana para los franceses, que acaso por eso han dejado sus pinturas en los sotanos de sus museos como en su dia las condenaron aqui a las "salas del crimen".