Los veintiún relatos recogidos en este volumen fueron inspirados - así lo ha confesado su autor- durante esos momentos en los que, distraídos por una inesperada y anónima melodía, a menudo interpretada por un desconocido músico, nos abandonamos a cuantas sensaciones invadan nuestros oídos. Entonces, ignorando las emisiones propias de otros sentidos, pudiera ser el instante de ajustar cuentas con quien nos abandonara ("Ella, Susana") o con quien nos recuerda quiénes somos ("Canciones sin palabras", "Contigo, a solas" y "Mi amigo David") también con el amo de un nunca bienvenido ángel de al muerte ("Fulgor de sombras"). En otras ocasiones, los acordes de ese escondido virtuoso desvelan la infamia enmascarada con el ruido de las tazas de un café ("Café de Levante") o la malicia agazapada en la casa de una buena familia ("Rasgueos" y "El galardón"), así como la desbocada pasión amorosa apenas sofocada por los timbales de la Semana Santa ("Dolor, Pasión y Gloria"). No faltan las ensoñaciones, veces dolorosas, de otra realidad, la que pudo ser y nunca fue, jamás será ("En casa de Jaime", "Concierto de primavera", "Banquete de bodas" "Un hombre cabal", "Sesión de tarde", "La cita" y "Rojo, marfil y ámbar"), aun cuando la sustente una mentira ("Vigilia, mi silencio de cuento"). Quizás fueron más reales algunas fantasías que llegaron a oídos del escritor a modo de sortilegios ("Romance prohibido" y "Bajo los tilos") o como un despiadado sino ("El piragüista").
Curiosa colección de cuentos en la que su autor, Julio Cristellys, recopila una serie de relatos para su hija Mariana, a punto de empezar la universidad. En estos cuentos hay leyendas populares del pasado del autor, cuentos narrados por su abuela a la lumbre, historias viejas vividas en la infancia, relatos que recogen el nacimiento de su amor por la literatura y viejos amores que quedaron varados a un lado del camino de la vida. Una coleccion tremenda que destila amor por las historias por los cuatro costados.
Original colección de relatos inspirados por pasajes o fragmentos de canciones, momentos en los que el autor se ha abandonado a sus propias ensoñaciones mecido por las notas de una melodía. En ellos encontraremos ajustes de cuentas, encuentros con el angel de la muerte, pasiones amorosas en plena Semana Santa, secretos de familia y mucho mas.
Aparecen en estas nueve historias argumentos heredados de las corrientes realistas, aunque nerrados al tenor de los dictados de una prosa elegante y deudora de algunas vanguardias literarias.