Objeto de un culto a la personalidad comparable a los de James Dean o Elvis Presley, la vida y la obra de Glenn Gould han recibido una atención póstuma sin precedentes, fruto en gran parte de los numerosos interrogantes que suscita su excentrica personalidad, inasequible a los topicos, rodeada de misterio, hipocondriaca y aparentemente asexuada.
Cuando se habla de pianistas es necesario hablar de Glenn Gould.
Dotado de una memoria excepcional, una mente con una impresionante organización lógica, destreza manual y una increíble capacidad de