Ante las imágenes del mal que día a día se repiten en nuestras televisiones y ante nuestros ojos, en lugar de refugiarnos en el silencio, cabe preguntarse cuál deba ser la tarea del pensar y, más en concreto, que es lo que pueda hacer la fi losofia por el hombre. La idea de recoger por escrito algunas refl exiones en torno al tema del dolor por parte de determinados filosofos, cuyo resultado esta obra, surgio poco tiempo despues de que una violencia barbara y ciega golpeara en Madrid en la estacion de Atocha a anonimos ciudadanos que, todavia somnolientos, se dirigian a esa dura tarea del trabajo diario. Pero no debemos olvidar que, junto a esa forma sonora de sufrimiento, existe ese otro sufrimiento diario oculto, silencioso, pero no por eso menos inmisericorde, que inevitablemente acompaña la vida de los hombres, aunque repartiendose ciertamente de forma muy desigual. Dejo dicho Platon que la mirada del amigo es el espejoen el que nos miramos a nosotros mismos, y, a veces, esa mirada del otro, amiga o no, puede hacernos ver hasta que punto nuestra vida puede haber entrado irremediablemente en una via dolorosa. El mal, en cuanto presente en las criaturas, adopta muchas formas y obedece a causas muy diversas. No es lo mismo el mal causado en la tragedia del oceano Indico, donde un maremoto trunco la vida de mas de 225.000 personas, dejando en la desolacion a un numero mucho mayor, que el mal provocado por esa lacra del terrorismo en todas y cada una de sus formas, que, debido al uso perverso del poder de la tecnica, causa miles y miles de muertes crueles, prematuras y absurdas. Y no digamos esa practica inhumana que es la tortura, cuyos metodos se han ido perfeccionando a lo largo de la historia para causar dolor ajeno.
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