Maleducado y antipático, así era Ryan Clayborne. Desde que lo conoció, Jorie Peters prometió pasar el menor tiempo posible con el hosco ranchero. Tener que organizar su boda era solo una cuestión de mala suerte. Pero las chispas que saltaban entre ellos suponian un gran peligro. Lo ultimo que Ryan necesitaba era que una coordinadora de bodas se paseara por el rancho. Debia centrarse en su matrimonio temporal con una amiga de la que no estaba enamorado. Pero nada mas ver a Jorie su vida y su corazon se pusieron cabeza abajo. Ryan estaba decidido a hacer lo correcto aunque nunca le hubiera parecido tan incorrecto.