Es periodista y sociólogo. Toda su vida profesional la ha desarrollado en El Correo de Bilbao, del que fue subdirector hasta 2017. Allí firmó los contenidos del blog ‘Arca de Noé’, sobre política y religión. Es autor de Con la Biblia y la Parabellum. Cuando la Iglesia ponía una vela a Dios y otra al diablo y ETA, yo te absuelvo, sobre el papel del Vaticano en el Proceso de Burgos. Ha dedicado más de cuarenta años a seguir los asuntos de la religión, tanto en su variable académica e histórica como en el día a día de la actualidad. Ha estudiado y analizado la historia de la Iglesia y sus implicaciones geopolíticas, y ha escrito decenas de artículos sobre ello. Esa actividad le ha proporcionado una red de fuentes muy valiosas en un ámbito tan opaco como la Iglesia. También ha podido investigar en archivos eclesiásticos de Roma restringidos y reservados.
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La elección de Bergoglio como Papa supuso un gran revulsivo para la Iglesia católica. El pontífice argentino inició un fuerte impulso reformador, acrecentado cuando estalló la gravísima crisis de la pederastia eclesial. Ademas de apostar por los mas debiles, defendio una ecologia integral y arremetio contra la economia que mata. Reorganizo la Curia, impuso un control de las finanzas y fustigo el carrerismo eclesiastico.Semejante audacia, le genero un sinfin de enemigos, dentro y fuera de una Iglesia, que ahora es mas universal, menos eurocentrica. Esta revolucion choco frontalmente con el ala mas conservadora que se organizo para erosionar su credibilidad, alentar la rebelion contra su autoridad y minar su moral para que tirara la toalla. Una conspiracion que ha incluido el acoso a sus colaboradores mas cercanos. Estamos ante una batalla por el liderazgo espiritual de 1.400 millones de catolicos y la influencia geopolitica del Vaticano.Independientemente de quien sea el Pontifice, la autentica guerra sucia desatada contra Francisco es un fiel reflejo de la profunda division en el seno de la iglesia catolica que tendra que resolver quien ocupe su lugar si no quiere arriesgarse a un cisma real o figurado.