Doctor en Filología por la Universidad de Zaragoza y catedrático de Lengua y Literatura. Escritor y crítico literario, ha desarrollado una amplia labor cultural, mediante la organización de programas de promoción de la lectura, su participación en seminarios y congresos y la dirección de revistas y colecciones literarias.
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Siempre quedará París narra la historia de un grupo de hombres que ganó una guerra mundial, pero que perdió por dos veces su propia guerra, y con ella su tierra, sus familias, y hasta su historia. Ramón Acín novela en esta obra las vicisitudes del maquis español, desde la invasión del Valle de Arán por los veteranos de la guerra mundial hasta los últimos rescoldos de la lucha armada contra el régimen de Franco. Y lo hace a través de unos personajes que no dejan de traslucir la dramática humanidad que late bajo las ideologías, por más que estén abocados a convertirse en arquetipos épicos, guerreros antiguos de quienes ni siquiera se apiada la propia naturaleza, la montaña salvífica y amenazante del Pirineo Aragonés. Siempre quedará París es, al mismo tiempo, la alegoría histórica de una época y un relato intenso y emocionante, todo un reto narrativo que Ramón Acín supera con maestría y convicción.
Ramón Acín nos ofrece en Un andar que no cesa un conjunto de textos, de carácter fragmentario y netamente autobiográfico, donde más allá del vértigo de la prisa reivindica el carácter terapéutico de todo viaje, balsamo contra el chauvinismo, la incultura, la nostalgia o la melancolia. En cada uno de estos periplos, el viajero se siente y ejerce como tal en muy distintas facetas: con algo de turista curioso, o de simple visitante que da cuenta de lo que ve, pero no renuncia a la aventura; de investigador y avido lectorque reivindica la lectura de los viajes de papel, desde el sofa de cada cual; de estudioso que se documenta, explora, certifica; y de narrador y ensayista que termina escribiendo el conjunto de teselas que conforman este acrisolado volumen.Si la vida es viajar, los viajes son su aliento, un andar y un latir que se alimentan de la capacidad de asombro del viajero, que al fugarse de si mismo, de lo que conoce y le da seguridad, se adentra en lo distinto, en la incertidumbre, para callejear y perderse sin rumbo y asiuna vez desvanecido el comodo suelo de la costumbre bajo sus pies, y rota la monotonia de lo previsibleencontrarse con lo desconocido y sobre todo encontrase, con nuevos ojos, a si mismo. Ramon Acin nos ofrece en Un andar que no cesa un conjunto de textos, de caracter fragmentar...
Cuando es larga la sombra intenta indagar en el conteto y en los pretextos que hacen posible la versión de un contorno: el de la literatura española de los útimos años. El confuso contexto del que surge y en el que vive y los pretextos con los que se envuelve y en los que se envuelve. Una literatura fabricada, aparentemente plural, que puede convertirse en la forma creativa con mayor dominio en un futuro no muy lejano que ya casi es actualidad. En este contexto de desnudez existencial y de indeterminación vital presidido por un pensamlento devaluado y débil que afecta a todas las áreas vitales del Occidente globalizado y, por tanto, a sus manifestaciones culturales, se intenta observar, a modo de un somero «estado de la cuestión» cómo y por qué afectan determinados elementos. Además de los cambios propiciados por el mercado, se tienen presentes aspectos como la importancia del mundo educativo por la repercusión de este para la futura concepción de la cultura; la realidad de la desestructurada sociedad actual, a caballo de las prisas y de 1a inmediatez; la irreversible incidencia de las nuevas tecnologías y su impacto en la concepción y práctica del arte; la devaluación de la cultura y el desinterés que ante ella se observa en los medios de comunicación; la aclimatación de los mediadores culturales a la situación resultante de una sociedad entregada al mercado; la asunción por parte del creador de las nuevas medidas de valor que han desterrado conceptos estéticos y literarios; la fuerza de modas y etiquetas mercantiles en el proceso creativo... En definitiva, el contraste de un ayer, cercano aún, con un hoy en permanente cambo, territorio en el que se mueven los autores, editores, mediadores y lectores que hacen posible el flujo de la literatura.
La muerte de la abuela, auténtica «dama de hierro» (tanto para el clan familiar como para la sociedad sobre la que su sombra se ha proyectado durante años), propicia el retorno del protagonista a su