¿De qué hablamos y cómo lo hacemos? Uno de los aspectos más evidentes de la conversación, difícil de analizar, es que los interlocutores siempre hablan de algo; es decir, tratan uno o varios temas a lo largo de la interacción.La tematización se refiere al conjunto de procedimientos lingüísticos que los hablantes utilizamos para iniciar, construir, mantener, guiar y terminar los temas en el discurso. Se trata de mecanismos que cumplen funciones relacionadas con el modo en que los hablantes organizamos -a veces intuitivamente, otras de un modo más intencionado o explícito- los temas o asuntos de la conversación. A caballo entre la gramática y el discurso, la tematización presenta las construcciones gramaticales que anuncian el tema sobre el que versará la contribución del hablante a la interacción. Esta doble naturaleza, gramatical y discursiva, permite explorar la relación que existe entre la forma lingüística y el propósito del discurso, y establecer un vínculo entre los fenómenos gramaticales y los aspectos que se encuentran en el contexto de la comunicación: la organización de la información, el sistema de turnos de palabra, la distancia social entre los interlocutores y el tipo de interacción.A partir de dos corpora de español peninsular hablado moderno, Raquel Hidalgo examina un aspecto gramatical a partir de datos actualizados del español, que proceden de distintos registros y de géneros discursivos diferentes: conversaciones espontáneas, medios de comunicación (debates, entrevistas, tertulias), sesiones parlamentarias, coloquios y conferencias. Así pues, la tematización se estudia como un mecanismo del discurso oral que vertebra la gramática de la lengua hablada.