En la historia de las matemáticas hay hombres a los que se recuerda por sus múltiples aportes y otros a los que admiramos por el ingenio de sus demostraciones o la efectividad de sus aplicaciones, pero no son muchos los que permanecen en nuestra memoria asociados solamente a una conjetura, al planteamiento de un problema matematico espinoso. Tal es el caso de Christian Goldbach. Su conjetura es muy sencilla: todo numero par mayor que 2 puede escribirse como suma de dos numeros primos, pero han pasado casi 300 años y nadie ha conseguido probarla o refutarla.