Un tercio de nuestra existencia transcurre en el mundo de los sueños, en el que nuestro consciente está condenado al descanso. Son momentos de gran importancia para el desarrollo espiritual que normalmente solemos desaprovechar. Los sueños poseen tres valores: uno de profecia, otro de instruccion y un tercero de taumaturgia. Pueden instruirnos, proporcionarnos datos, revelar secretos naturales o resolver dificultades que nuestro consciente no logra solucionar.En este pequeño libro el autor analiza el fenomeno del sueño, sus mecanismos y procesos enseñandonos a prepararnos para recibir sueños que nos ayuden en el camino espiritual.IVO LE LOUP (SEDIR) nacio en Dinan (Francia) el 2 de enero de 1871, y frecuento casi todos los grupos espiritualistas del Paris de principios de siglo. Discreto empleado de Banca durante casi toda su vida, aprovecho para leer e ilustrarse alcanzando una erudicion poco comun, interesandose sobre todo por la mistica. Tomo el seudonimo de Sedir que es un anagrama de Desir, Deseo, aludiendo al Deseo de Absoluto, al inextinguible deseo de Dios.
Sacrificar no es matar, destruir o perder, sino algo muy distinto: es hacer sagrado. Este hacer Sagrado supone un contacto íntimo con lo sobrenatural, un religamiento con lo trascendente que el hombre moderno parece haber perdido. Pero el mundo, afirmaban los sabios de la antiguedad, se mantienen por el sacrificio, por el comercio sagrado entre el Cielo y la Tierra. En el presente libro, Sedir reune tres charlas sobre el sacrificio pronunciadas en circulos martinistas.
Aunque la naturaleza entera asciende hacia la perfección, no hay dos criaturas que anden exactamente al mismo paso ni que sigan el mismo camino. Con todo, hay siete etapas claramente definidas por las que transita el buscador. Los siete jardines misticos son las etapas del itinerario que desciende hasta la pobreza espiritual perfecta. En el primer jardin estan aquellos que solo se adhieren a la forma exterior de la religion; en el segundo, los que unicamente rezan cuando les espolea la necesidad; en el tercero, aquellos en quienes acaba de nacer el deseo de perfeccion; en el cuarto, los que han tomado la decision de servir a Dios; en el quinto, los que no se permiten a si mismos la mas pequeña falta; en el sexto, los que estan dispuestos a cualquier sacrificio; y, finalmente, en el septimo los autenticos pobres de espiritu.