Dalí suele considerarse como uno de los padres del surrealismo. Su obra es universalmente conocida y valorada. Además, el personaje que se construyó el mismo pintor supo captar desde el principio la atencion publica, a veces incluso mas alla de su incuestionable valor artistico. Dali es sin lugar a dudas uno de los mas importantes iconos del arte del siglo XX.
Albergue de obras maestras de valor excepcional, el Kunsthistorisches Museum, cuya actual sede en el centro de Viena se remonta a 1891, está vinculado desde sus orígenes a la corte de los príncipes de Habsburgo. El primer núcleo de obras pertenece al siglo XIV; desde entonces y en adelante, los regentes de la casa de Habsburgo contribuyeron progresivamente a su ampliación, con obras de los principales artistas alemanes, flamencos e italianos, de Durero a Brueghel y de Cranach a Tiziano. Este libro es una gozosa invitación a la visita completa de las colecciones, con la historia del museo, su transformación a lo largo del tiempo, la articulación actual de los edificios y las secciones, y las obras principales representadas en detalle para descubrir las creaciones que han marcado la historia y la cultura.
Pocos artistas, en el transcurso de la historia del arte, han sabido captar y plasmar de modo tan directo y profundo la imagen de su propia época, convirtiéndose a la vez en testigos oculares e intérpretes profundos, partícipes hasta lo más íntimo de las vivencias de los personajes, los escenarios urbanos, las luces del atardecer y el intenso resplandor de un sol indiferente y lejano.