Los autores de Guerra bacteriológica, Judith Miller, Stephen Engelberg y William Broad, realizan un estudio cronológico y comparativo del desarrollo de los arsenales biológicos de las grandes potencias mundiales, revelando datos sorprendentes, como el plan de ataque biológico contra Cuba al que Kennedy no dio el visto bueno y la inmunización masiva de soldados americanos con una vacuna contra el ántrax que todavía estaba en fase de experimentación.
La Guerra bacteriológica cuenta con excepcionales testimonios, entre ellos el de un científico estadounidense que formó parte de un proyecto de investigación y desarrollo de armamento bacteriológico patrocinado por el Gobierno de Washington.