Un cuento terroríficamente divertido. Una historia llena de sorpresas en una noche oscura de rayos y tormenta en la que una una viejecita recibirá una extraña visita.
“Una viejecita que sola vivía
Tras el e& 769;xito de La extran& 771;a visita y La extraña sorpresa, llega la última parte de esta trilogía, en la que el monstruo que visitaba a la ancianita ha formado una gran familia. A
Una niña pasa días de verano inolvidables en un patio con su padre y su hermano. Todo lo que la rodea se convierte en un universo fantástico que visto con los ojos de la imaginación puede transformar los momentos mas cotidianos en increibles aventuras. Pero para ella, lo mas maravilloso de los dias estivales es poder compartirlos con su padre y poder ver juntos las estrellas con su telescopio, sintiendo que su patio es el centro del universo. Nos habla de ese momento en el tiempo tan efimero que compartimos con nuestros hijos, la infancia y todo lo que supone el centro del universo para un niño. Las ilustraciones de Vicente Cruz nos envuelven en un sentimiento calido y dulce que nos invita a disfrutar de las cosas importantes de la vida.