Durante una década, Serra Pelada, la mina de oro a cielo abierto más grande del mundo, evocó el mito de El Dorado. En ella trabajaron cerca de 50.000 trabajadores en condiciones infrahumanas. Hoy, aquella fiebre del oro salvaje es solo una leyenda que se mantiene viva gracias a algunos recuerdos felices, a muchos lamentos dolorosos... y a..."¿Que tiene ese metal amarillo y opaco que lleva a los hombres a abandonar sus hogares, vender sus pertenencias y cruzar un continente para arriesgar su vida, sus huesos y su cordura por un sueño?"Sebastio SalgadoCuando Sebastio Salgado obtuvo finalmente la autorizacion para visitar Serra Pelada en septiembre de 1986 tras seis años de trabas por parte de las autoridades militares de Brasil, no estaba preparado para enfrentarse al extraordinario espectaculo que le esperaba en esa remota colina en el limite con la selva amazonica. Ante el se abria un gran agujero de unos 200 metros de ancho por otros tantos de profundidad lleno de decenas de miles de hombres desharrapados. La mitad de ellos subia por unas escaleras de madera, cargados con sacos que pesaban hasta 40 kilos, mientras que el resto saltaba por el fango ladera abajo para regresar a las bocas de las minas. Sus cuerpos y caras eran de color ocre, teñidos por el mineral de hierro de la tierra en la que excavaban.Despues de que en 1979 se encontrara oro en uno de los arroyos que la recorren, Serra Pelada evoco el mito de El Dorado como la mina de oro a cielo abierto mas grande del mundo, empleando a cerca de 50.000 trabajadores en condiciones infrahumanas. Hoy, aquella salvaje fiebre del oro de Brasil no es mas que una leyenda que se mantiene viva gracias a algunos recuerdos felices, a muchos lamentos dolorososy a las fotografias de Sebastio Salgado.Cuando Salgado tomo estas imagenes, el color predominaba en las paginas de las revistas. El blanco y negro era un camino arriesgado, pero el porfolio de Serra Pelada supondria un regreso a la elegancia de la fotografia monocromatica en la tradicion de maestros como Edward Weston, Brassai, Robert Capa y Henri Cartier-Bresson, que definieron la fotografia de principios y mediados del siglo XX. Cuando la obra de Salgado llego a The New York Times Magazine, sucedio algo extraordinario: se hizo un completo silencio.A lo largo de mi carrera en The New York Timesrecordo el editor de fotografia Peter Howenunca habia visto a los colegas reaccionar ante un conjunto de imagenes como lo hicieron con Serra Pelada.Hoy, con la fotografia en manos del mundo del arte y de la manipulacion digital, el porfolio de Salgado tiene una calidad biblica y proyecta una inmediatez que lo hace plenamente contemporaneo. La mina de Serra Pelada lleva mucho tiempo cerrada, pero estas imagenes transmiten el intenso drama de la fiebre del oro.Este libro reune el porfolio completo de Salgado sobre Serra Pelada con reproducciones de altisima calidad, e incluye un prologo firmado por el y un ensayo de Alan Riding.Tambien disponible en Edicion de Coleccionista, limitada y firmada, y en Edicion de ArteLa mina de Serra Pelada ya esta cerrada, pero el gran drama de la fiebre del oro permanece vivo en estas imagenes.Volumen bañado en sangre sudor y lagrimas de la mina de oro a cielo abierto mas grande del mundo.
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