"Afortunadamente extraviado, Egon Schiele caminaba con premura zigzagueante, saltando entre trincheras, tocado por el Zeitgeist de su época y a la vez al margen. Privado de las esclavitudes de Franz Marc, Schiele partio de Klimt para luego quebrarle. Su arte aspero terminara de desarrollar un nuevo concepto formal, paradigma del descenso a las profundidades del ser buscando la muerte en la vida y lo feo en la belleza..."
Una biografía poco convencional de Santiago Rusiñol, uno de los personajes más singulares del modernismo, contada por el mejor observador de su tiempo.Pintor, escritor, dramaturgo y coleccionista, Santiago Rusiñol (Barcelona, 1861 - Aranjuez, 1931) fue uno de los personajes mas singulares en el mundo cultural del modernismo. En este libro, publicado en 1942 pero que conserva plena vigencia, Josep Pla compone el retrato del hombre y de su epoca, y perfila con su estilo caracteristico a un Rusiñol complejo: ironico pero poco bromista, sarcastico mas que alegre y profundamente triste.Ademas de ahondar en el caracter sentimental de Rusiñol que emerge aqui como un romantico tardio, Pla sigue paso a paso las etapas de su vida, desde la infancia en la Barcelona burguesa hasta los ultimos y dramaticos años de decrepitud fisica y adicciones, pasando por la bohemia de Montmartre junto a Ramon Casas, por las tertulias del Cau Ferrat en Sitges, por las estancias en Granada entre jardines nazaries y por las muy numerosas andanzas del personaje.Pla es, como lo describio Gabriel Ferrater, un memorialista de gente. Su semblanza de Rusiñol no es una biografia convencional, sino un intento de comprension de alguien a quien Pla mismo conocio: una aproximacion a su mundo, a su tristeza y a aquello que todavia llamamos con mas fe que precision el artista.
Durante años he trabajado en la dimensión plástica de la penumbra en la que la noche brilla "más cierta que la luz del mediodía". Se trata de una luz que procede de un espacio interior, y no tanto del exterior. Mi trabajo persistente tratando de dibujar esa noche "yo si conocia suficientemente bien a San Juan de la Cruz" podia descansar, tanto entonces como hoy, en aquellos grandes lienzos de Franz Kline. Una noche construida por temblorosos trazos sobre un espacio claro (entorno aereo) que en ocasiones se transmutaba en aire entre las figuras iluminadas. Es una luz que emerge de las sombras, y que tambien quedaba patente en algunos de mis dibujos de Nueva York cuyo origen se situa en las imagenes de las estructuras metalicas de los puentes sobre el East River. Se trataba de un posicionamiento ante las cosas a contraluz, de una cierta "inversion" del mito de la caverna de Platon. Aqui la luz esta de frente, cegadora, pero la presencia de un obstaculo interpuesto permite orientar hacia el foco luminoso la mirada. Hay un horizonte y un obstaculo.