La práctica colaborativo-dialógica es una herramienta para fomentar diálogos transformadores en contextos diversos, como un espacio terapeutico o de trabajo, la educación o los espacios comunitarios. Basada en el construccionismo social, orienta en formas especificas de ser, comunicar, reflexionar y actuar con las demas personas. En lugar de adoptar una posicion experta basada en la autoridad, promueve la curiosidad, el "no saber" y la incertidumbre para involucrar a las personas en un dialogo enriquecedor que abre nuevos entendimientos y posibilidades previamente inimaginables.