Un estremecedor testimonio del final de una poética y de un hombre, que es también el final de una historia.
Miguel Hernández (1910-1942) escribió el Cancionero y romancero de ausencias -título que engloba el conjunto de su última producción poética- desde 1938, en plena guerra civil, hasta unos meses antes de su muerte en la cárcel de Alicante. La peripecia biográfica del excepcional poeta oriolano se cierra entonces con estos materiales que no tuvieron conclusión ni orden definitivo. En ellos, la ausencia, las contraseñas de lo vivido, la meditación interior, la muerte de su primer hijo y las esperanzas que genera el segundo en la perspectiva de un futuro imposible constituyen un estremecedor testimonio del final de una poética y de un hombre, que es también el final de una historia. José Carlos Rovira, especialista en la obra de Miguel Hernández, ofrece en esta edición una nueva propuesta de ordenación en la que separa los poemas que el poeta tachó en sus originales, corrige algunas lecturas e incorpora varios inéditos. Completa así la visión final de un poeta que escribe amenazado por la historia y hace de su escritura un mecanismo esencial de supervivencia.
Ficha técnica
Editorial: Espasa Libros, S.L.U.
ISBN: 9788423919543
Idioma: Castellano
Número de páginas: 240
Encuadernación: Tapa blanda
Año de edición: 1999
Plaza de edición: Madrid
Colección:
Coleccion Austral (Nueva)
Coleccion Austral (Nueva)
Número: 154
Alto: 17.0 cm
Ancho: 11.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por Miguel Hernández
(Orihuela, 1910 - Alicante, 1942)Hijo de familia humilde, su niñez y adolescencia transcurren en la sierra oriolana ejerciendo el oficio de pastor. Durante unos años asiste a la Escuela del Ave María, donde estudia gramática, aritmética, geografía y religión, destacando por su extraordinario talento. En 1925, a los quince años de edad, tiene que abandonar el colegio para volver a conducir cabras por las cercanías de Orihuela. Pero sabe embellecer esta vida monótona con la lectura de numerosos libros de Gabriel y Galán, Miró, Zorrilla, Rubén Darío. Desde 1930 Miguel Hernández comienza a publicar poemas en el semanario El Pueblo de Orihuela y en el diario El Día de Alicante. Su nombre comienza a sonar en revistas y diarios levantinos.Entre sus obras cabe destacar: Perito en lunas (1933) El silbo vulnerado (1934) Drama sobre la revolución de Asturias (1934), El rayo que no cesa (1936), Viento del Pueblo (1937) El hombre acecha (1937 - 1939) Romancero y cancionero de ausencias (1938 - 1941).