Escrita en 1919, la carta de Franz Kakfa a su padre expresa sentimientos de inferioridad y acusa un cierto rechazo paterno. Pero no se puede tomar esta carta como un relato completamente autorreferencial ni como un mensaje real a su padre. Tanto es así que su amigo íntimo y editor póstumo, Max Brod, no la incluyó en el volumen dedicado a su correspondencia, sino en el que reúne sus escritos literarios. "Como la carta nunca llegó a su destinatario -se justificó Brod-, no cumplió la función de una carta". La decisión lo cambia todo: acompañada de textos ficcionales, la violenta misiva pierde en parte su carácter de documento autobiográfico. A este criterio tiene que haber contribuido el hecho de que Kafka pasó (o hizo pasar) a máquina el manuscrito e incluso llegó a corregir la versión en limpio, cuidado reservado exclusivamente a los relatos que serían dados a la imprenta. Incluso Brod sostiene, en su propia biografía, que el padre de Kafka no era el tirano que pinta su hijo, una razón más para leer esta carta con mucha cautela, con mayor predisposición a leer literatura que no ficción.
Ficha técnica
Traductor: R. Kruger
Editorial: Editorial Edaf, S.L.
ISBN: 9788471667335
Idioma: Castellano
Número de páginas: 96
Tiempo de lectura:
2h 11m
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Fecha de lanzamiento: 01/01/1985
Año de edición: 1985
Plaza de edición: España
Colección:
Biblioteca Edaf
Biblioteca Edaf
Alto: 1.8 cm
Ancho: 1.1 cm
Peso: 85.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Franz Kafka
Franz Kafka (Praga, 1883-1924) se interesó desde joven por la mística y la religión judía, que ejercieron sobre él una notable influencia y favorecieron su adhesión al sionismo. Su obra, que nos ha llegado en contra de su voluntad expresa, pues ordenó a su íntimo amigo y consejero literario Max Brod que, a su muerte, quemara todos sus manuscritos, constituye una de las cumbres de la literatura alemana, y se cuenta entre las más influyentes e innovadoras del siglo XX. En la línea de la Escuela de Praga, de la que es el miembro más destacado, su escritura se caracterizó por una marcada vocación metafísica y una síntesis de absurdo, ironía, lucidez y pesimismo.