EL JARDIN DE LAS FLORES NEGRAS

Miguel Angel

04/12/2020

Tapa blanda

Una novela que nos muestra algunas miserias humanas. Narrada de forma muy real, no cuesta nada adentrarse en esta historia que se desarrolla en una etapa convulsa de la sociedad (finales de los años 40) en la que a la mínima eras señalado. Todo sucede prácticamente en la ciudad de Oviedo a la que Pablo Arteaga es destinado como sacerdote. No todo lo que parece es real. El libro está plagado de secretos, de personas con unos instintos muy negros, de egoísmos y de castigos. La autora ha creado una serie de personajes muy humanos, cercanos y de caracteres muy diversos. Es muy fácil conectar con ellos, todos tienen su propia historia y su particular pasado que les atormenta. El trabajo realizado es muy bueno y hasta tú mismo te sientes dentro de la novela como si lo vieras todo en primer plano, te absorbe por completo. No falta ningún detalle, lo conocemos absolutamente todo de cada uno de los integrantes de la historia y sabemos como piensan, como se relacionan y como sienten para entender hacia dónde nos va llevando todo. La trama se va desgranando poco a poco, al ritmo adecuado, entrando en temas políticos y de la iglesia, volviendo la vista atrás en momentos puntuales para revelarnos algunas claves y llegando a un punto en el que una tras otra las situaciones empiezan a revelarse de forma devastadora como si fuera una competición de a ver quién la hace más gorda. Todo a fuego lento, de manera escalonada y permitiendo al lector digerirlo sin perder el interés por la historia en ningún momento. Ése es otro de los logros de Ana, la novela no decae en ningún momento, mantiene el tono hasta el final y logra sorprenderte. Con una sorpresa, precisamente, comienza este libro. Con la apertura de un baúl cargado de misterio. Un libro muy completo y que no defrauda, esa sensación latente en todo momento de que algo va a suceder aunque no sepas cuando y que te hace sentir una ansiedad enorme que luego se verá liberada. Una historia para pensar y para cerrar los ojos ante los sucesos, o quizás no, quizás para mantenerlos bien abiertos si no os queréis perder ningún detalle de esta trabajada novela que también contiene su momento de gloria para la justicia poética. Crueldad, oscuridad y tiempo para dejarse llevar en este viaje que cumple con creces.