Durante una travesía por el lago Ládoga los pasajeros sienten curiosidad por la figura colosal de un hombre ya maduro, un gigante con sotana de novicio y aspecto de heroe legendario. Se llama Iván Severiánich y se dirige al monasterio de Solovki, donde espera encontrar "un sentido a toda mi vida anterior, tan vasta", una vida exuberante y tormentosa, repleta de aventuras y visiones, osadías y castigos. Inedita en español hasta hoy, es una obra emblemática de uno de los maestros de la literatura rusa del XIX.