Ediciones Península - 9788499424408
Este no es un libro cualquiera. Es un thriller político. Buscamos al asesino de las buenas políticas, al responsable del fracaso de las naciones.
¿Por qué los ciudadanos de algunos países sufren de forma sistemática políticas ineficientes, ineficaces e inequitativas mientras que, por el contrario, en otros lugares del mundo la política se acerca a su definición más conocida, la de ser el arte de hacer feliz al ser humano?
Lo que Víctor Lapuente demuestra en este libro, de ritmo trepidante, es que las malas políticas no son el resultado ni de la escasez de recursos ni de la falta de democracia ni de una ideología particular: la diferencia entre el buen y el mal gobierno reside en quien controla la retórica política de un país. Y esa retórica puede estar dominada por los chamanes, aquellos que ofrecen una teoría sobre la raíz de los problemas colectivos y un plan para resolverlos, o por las exploradoras, que parten de la duda, el escepticismo y la experimentación.
El chamán nos seduce porque vende todo lo que asociamos con el progresismo: una política ambiciosa, activa, transformadora y redistributiva. Una política grande. Pero lenta, contraproducente y que asfixia a sus ejecutores. Y es que los Estados de bienest...
Especificaciones del producto
Escrito por Víctor Lapuente
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3 opiniones de usuarios
Peter
24/08/2025
Tapa blanda
Aunque puede ser mesiánico, es verdad que da una manera de ver las cosas diferente, e interesante. Un intento de acercar a la gente a las formas de hacer política nordicas. Interesante, y fácil y rápido de leer
INESITONO
07/12/2023
Tapa blanda
A la velocidad que va el mundo, se queda un poco desfasado
Jovial
18/11/2015
Tapa blanda
Una idea muy sencilla acerca del ejercicio de la política, que distingue entre el seguimiento ciego de una doctrina (chamán) y una acción politica exploradora, sin dogmatismos. El problema es que, paradójicamente, el libro se convierte en dogmático a poco de empezar, con las simplificaciones geopolíticas, el odio a los funcionarios y la repetición de ideas al más puro estilo goebelsiano.