Felicidad Suave nos recuerda, en setenta y nueve frases y reflexio-nes, que entre el aquí y el allí, entre el hoy y el mañana, nunca debemos olvidarnos de disfrutar el camino.
Tu vida no ha de ser perfecta, pero que nunca deje de ser bonita y suave de vivir.
Cuando recojo velas en mi barco hundido
hay luces mudas y hojas sin otoño.
Cuando desnudo mis botas
hay agujeros por remendar en el alma,
y si me arranco entre silencios la coraza, veo cicatrices que arañan los ojos.
A veces olvido
que si me quitas la piel
solo resta un lápiz menguado,
dos lágrimas que resbalan por dentro
y papeles sin portada ni rima.
A veces, solo a veces, recuerdo
cuando escribo
que siempre
siempre
(me) quedas tú.
Isidro Manrique