La lectura de esta investigación muestra cómo la existencia del terrorismo ha sido negada en México, pese a ser el país en el que la violencia criminal ha trascendido más que en ninguna otra nación a nivel global en lo que va del siglo XXI. La propuesta que aquí se presenta advierte que el vecino de una de las potencias mundiales como es Estados Unidos, no ha querido reconocer que no tendría por qué ser la excepción ante el flagelo del terrorismo, pese a la evidencia de que el territorio mexicano es uno de los países más violentos del mundo.