Isaiah Berlin ofrece aquí una lúcida y apasionada defensa de la libertad individual y una crítica demoledora de las doctrinas del determinismo histórico, aquellas que sostienen que la historia y los procesos sociales están predeterminados por leyes inevitables o vastas fuerzas impersonales —las características biológicas, el entorno físico o social, la clase, la nación, el Zeitgeist…—, fuerzas que según algunos se encarnan a veces en hombres como César, Napoleón, Lenin o Hitler. En estas doctrinas, el autor ve un desesperado afán de eludir nuestra pesada carga moral, «una de las grandes coartadas esgrimidas por quienes no pueden o no desean afrontar la realidad de la responsabilidad individual, la existencia de un ámbito limitado, pero real, de libertad humana».
Ficha técnica
Traductor: Roberto Ramos Fontecoba
Editorial: Pagina Indomita
ISBN: 9788412985757
Idioma: Castellano
Número de páginas: 160
Tiempo de lectura:
3h 44m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 22/09/2025
Año de edición: 2025
Plaza de edición: Es
Alto: 21.0 cm
Ancho: 13.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por Isaiah Berlin
Isaiah Berlin (Riga, 1909 – Oxford, 1997) fue uno de los principales pensadores del siglo xx. A los seis años se trasladó con su familia a Petrogrado (actual San Petersburgo), donde vivió la revolución bolchevique. En 1921 emigró a Inglaterra. Estudió en la Universidad de Oxford, donde fue fellow del All Souls College y del New College, así como profesor de Teoría Social y Política, y fundó el Wolfson College. Diplomático en Washington y Moscú en 1941 y 1942, también presidió la Academia Británica de 1974 a 1978. Sus logros en el campo de la historia de las ideas le hicieron acreedor de los premios Erasmus, Lippincott, Agnelli y Jerusalén. Entre sus numerosos libros destacan Karl Marx, Pensadores rusos, Conceptos y categorías, Contra la corriente, Impresiones personales, El sentido de la realidad, El estudio adecuado de la humanidad, Las raíces del romanticismo, El poder de las ideas, Sobre la libertad y El erizo y el zorro.