En este texto, nos interesa profundizar el análisis de diferentes tipos de museos, reconociendo sus enormes posibilidades en tanto instrumentos críticos de representación. Tomamos como referencia Iberoamérica, un amplio y diverso espacio a manera de desafío y símbolo sin, por supuesto, exhaustividad, y dejando al lector percibir la heterogeneidad y también los puntos en común.
Desde finales del siglo XX, los ecomuseos, los emprendimientos de comunidades indígenas y las pequeñas improntas museales de otros pobladores (inmigrantes y pioneros), supusieron un cambio substancial en la mirada sobre el pasado, tanto nacional como regional. Otros impactaron en la identidad a través del folklore, concepto hoy deslucido pero que sigue siendo operativo.
Empezamos este escrito invitando a los lectores a encontrarse con definiciones sobre varios de los asuntos que atañen a las comunidades y los museos, a las disciplinas que los acogen y a cuestiones generales sobre las formas de análisis. Evitamos conscientemente las instituciones organizadas a nivel nacional y nos centramos en cuatro tipos de museos: los ecomuseos, los museos indígenas, los museos de pioneros y aquellos museos que concentraron las narrativas folklóricas y etnológicas, sobre todo en España.
Los cuatro tienen en común una cierta crítica, enunciada o no, al origen y función de los espacios nacionales y se concentran en las identidades étnicas.
La propuesta es modesta, sin embargo, dado que no se trata de establecer un registro exhaustivo ni una crítica a todas las prácticas museales. Pero hay toda una promesa, a desplegar en las próximas páginas. Nuestra intención es presentar un texto ágil y comprensible para quienes, interesados en los museos, no desdeñen reflexionar sobre los aspectos y potencialidades de estas poderosas, y a la vez, camaleónicas criaturas.