En 1834, reinando en Marruecos el sultán Muley Abderrahman, una joven y bella judía de Tánger, llamada Sol Hachuel, es acusada falsamente de haber renegado de la fe de sus padres y abrazado el Islam. El súltan le ofreció riquezas y matrimoniar con un sobrino suyo, pero ni el martirio ni la muerte le hicieron abjurar de su credo: "hebrea nací, y hebrea quiero morir".