Stepanchikovo y sus moradores, publicada en 1859, no es una novela «típica» de Dostoievski. En ella no encontrará el lector un descenso a los infiernos de la psique, pero tampoco una mera comedia de las de tartas a la crema. Es una comedia muy divertida, sin duda, en la que Dostoievski crea uno de los personajes más singulares e inolvidables de la historia: Fomá Fomich, el resentido, tal vez el protagonista más odioso de la literatura mundial (a veces dan ganas de estrangularlo) es un hombre absurdo que se da ínfulas de erudito y pone la vida de los habitantes de Stepanchikovo literalmente patas arriba.La novela empieza cuando el coronel retirado Yégor Ílich invita a su sobrino a Stepanchikovo para que se case con su niñera, de la cual él mismo está enamorado -si bien, por intrigas familiares e intereses económicos, ha de aparentar rechazarla-; pero, sobre todo, para que le dé una mano en los problemas que ha creado su «ilustre» huésped, autoerigido en «señor de la casa».
Ficha técnica
Traductor: Lydia Kuper Fridman
Editorial: El Aleph Editores
ISBN: 9788476699331
Idioma: Castellano
Número de páginas: 280
Tiempo de lectura:
6h 38m
Encuadernación: Tapa dura
Fecha de lanzamiento: 15/04/2010
Año de edición: 2010
Plaza de edición: Es
Colección:
Modernos y Clásicos
Modernos y Clásicos
Número: 321
Alto: 22.2 cm
Ancho: 14.9 cm
Grueso: 2.0 cm
Peso: 498.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Fiódor Dostoievski
Fiódor Dostoievski (Moscú, 1821 - San Petersburgo, 1881). Novelista ruso. Educado por su padre, un médico de carácter despótico y brutal, encontró protección y cariño en su madre, que murió prematuramente. Al quedar viudo, el padre se entregó al alcohol, y envió finalmente a su hijo a la Escuela de Ingenieros de San Petersburgo, lo que no impidió que el joven Dostoievski se apasionara por la literatura y empezara a desarrollar sus cualidades de escritor. En 1849 fue condenado a muerte por su colaboración con determinados grupos liberales y revolucionarios. Tras largo tiempo en Tver, recibió autorización para regresar a San Petersburgo, donde no encontró a ninguno de sus antiguos amigos, ni eco alguno de su fama. Su obra, aunque escrita en el siglo XIX, refleja también al hombre y la sociedad contemporánea.