La cuestión relativa al origen de la vida o aparición sobre la Tierra de los primeros seres vivientes pertenece al grupo de los problemas más importantes y básicos de las Ciencias Naturales. Toda persona, cualquiera que sea su nivel cultural, se plantea este problema mas o menos conscientemente, y, de mejor o peor calidad, producira una respuesta, ya que sin ella no puede concebirse ni la mas rudimentaria concepcion del mundo. La Historia nos muestra que el problema del origen de la vida ha atraido la atencion de la Humanidad ya desde los tiempos mas remotos. No existe un solo sistema filosofico o religioso, ni un solo pensador de talla, que no haya dedicado la maxima atencion a este problema. En cada epoca diferente y durante cada una de las distintas fases del desarrollo de la cultura, este problema ha sido resuelto con arreglo a normas diversas. Sin embargo, en todos los casos ha constituido el centro de una lucha acerba entre las dos filosofias irreconciliables del idealismo y el materialismo. Hacia comienzos de nuestro siglo, esta lucha no solamente amaina, sino que adquiere renovado vigor, ello debido a que las Ciencias Naturales de entonces eran incapaces de encontrar una solucion racional y cientifica al problema del origen de la vida, a pesar de que en otros terrenos se habian logrado tan brillantes exitos. Se habia entrado, por asi decirlo, en un callejon sin salida. Su causa residia en el hecho de que hasta la segunda mitad del siglo pasado, todos, casi sin excepcion, se habian obstinado en resolver este problema basandose en el principio dela generacion espontanea.