Ana Rábano vive en Madrid y trabaja como diseñadora gráfica. Le gustan los números, los palíndromos y las campanas. Esta es su primera historia publicada, pero tiene muchas más sembradas en el jardín.
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Nico y su hermano Fernando están salpicando en la bañera, como hacen todas las noches. Pero hoy se emocionan tanto que Nico se resbala y se pega tal porrazo que su nariz se desprende... y se cuela por el desague. Fernando, siempre ingenioso, le coloca el grifo en su lugar. La nueva nariz-grifo es muy divertida, pero tambien tiene inconvenientes. Y despues de sufrir un resfriado tras otro y de inundar el patio del colegio, Nico decide buscar otro recambio. Fernando le propone pedir una nariz a los Reyes Magos, y Nico le hace caso. Pero se trata de un encargo demasiado especializado para los Reyes Magos, quienes le remiten al Duende de las Narices. Nico le escribe, y al cabo de unos semanas, por fin recibe una nariz... ¡de elefante! A pesar de todo, Nico decide probar. Una vez mas, la nariz tiene ventajas y desventajas; y la mayor de estas ultimas es... que no es la suya. Tras un par de intentonas mas, Nico por fin lograra que el Duende de las Narices entienda lo que necesita (¡el problema era que no se lo estaba explicando bien!) y le envie una nariz igualita a la suya.
Como todas las noches, Nico y Fernando juegan dentro de la bañera. Salpicar es muy divertido, pero la bañera resbala. Y si uno se emociona demasiado... ¡ZAS! Nico se cae, y se da un porrazo tan grande en la nariz ¡que esta se le desprende! Y por si fuera poco, se cuela por el desague...Pero Nico no se desanima y decide buscar un repuesto.Asi ira probando distintos tipos de narices: la nariz-grifo, la nariz trompa, la nariz de otro color... Todas tienen sus ventajas y sus desventajas, pero ninguna mola tanto como la suya.¿Lograran Nico y su hermano conseguir la nariz perfecta?