Todos los ríos eran torrentes. Mi barco sería en 1966 su primer libro. Habrían de pasar, sin embargo, nueve años (1975) hasta que su segundo poemario Subversión o clamor portugués llegara a las librerias, si bien entrambos (1969) publica El maravilloso mu
«Dos extremos como las puntas de un arco donde late un dardo envenenado, y frente a los cuadros no podemos estar impasibles porque ese dardo que nos apunta a nosotros. Y no podía ser de otro modo si esos polos son la vida y la muerte, el individuo y la sociedad, el deseo y la realidad.» Estas son las tormentas y los tormentos que siempre han acompañado a Andrés García Madrid y que han conseguido hilar magistralmente este intenso poemario.