MUJERES CAÍDASProstitución legal y clandestina en el franquismoEl oficio de tinieblas de la propaganda franquista sobre su régimen logró velar su perfecto entendimiento con el mundo de la prostitución. Tras el corse gris e inquisitorial del movimiento se escondio el vivo mercado de la carne mercenaria, legal hasta 1956.Las mas pobres, las mas marginales de las meretrices se lanzaban por libre, fuera del dogal de las mancebias pero con la argolla de la miseria al cuello-, a la prostitucion clandestina. Ellas fueron el objetivo de la Obra de Redencion de Mujeres Caidas, creada en 1941, para regenerar a las detenidas con dosis de ora et lavora en carceles y establecimientos religiosos. La dimension social del problema se hallaba en la pobreza y degradacion a que se vieron sometidos los trabajadores y los vencidos en la posguerra. Las familias mas desventuradas, con los padres fusilados o en las carceles, la viudedad en vida con decadas de encierro, los hijos menesterosos y su hambruna perpetua, lanzaron a aquellas procedentes de sectores marginales a la calle.La preocupacion gubernamental por la prostitucion abierta y callejera, que sonrojaba a las autoridades y desvestia su doble moral, solo fue parte de la tramoya. En realidad, fue el crecimiento vertiginoso de las enfermedades venereas lo que provoco la guarda y custodia de esas mujeres tras los muros conventuales. La miseria y el oscurantismo echaron su telon sobre la vida marginal en la posguerra.