¿Su hijo cecea un poco, tartamudea, le cuesta aprender a leer, escribe mal, tiene dificultad con las matemáticas, comete muchas faltas de ortografía...? ¿Cree que puede ser disléxico? Por lo general, con un poco de paciencia, todo se arregla al cabo de unos meses. Sin embargo, en algunos casos existe un problema real. Ante esta situacion es posible que el profesor de su hijo, o usted mismo, se haya planteado si deberia examinarlo un logopeda. Esta obra tiene como objetivo ayudarle a distinguir entre los casos de inmadurez y los que suponen un verdadero retraso. Para ello, este manual presenta los problemas mas frecuentes, proporciona recursos para que pueda ayudar a su hijo en casa e indica cual es el momento idoneo para acudir a un especialista.