Rogamos al lector que en ningún momento busque lo que no podría encontrar: ni una historia política de la última República española, ni una historia de la guerra civil. Hemos intentado solamente ajustar al maximo nuestro tema, la revolucion, es decir, la lucha de los obreros y de los campesinos españoles por sus derechos y libertades, por las fabricas y las tierras y, finalmente, por el poder politico. La historia de los primeros años de la Revolucion española, a partir de la caida de la monarquia, ha estado enmascarada por la guerra civil, y esta, a su vez, por la Segunda Guerra Mundial, de la que constituye el prologo y la repeticion general. LA REVOLUCION. Estas son las imagenes ya clasicas: manifestaciones, huelgas, asalto a las prisiones, milicianos en mono, barricadas, dinamiteros, ejecuciones sumarias y colectivizaciones. Pero tambien las exegesis contradictorias, los debates teoricos, las polemicas y los conflictos personales, las batallas de aparatos, las fracciones y las tendencias; en una palabra, todas las otras formas que revisten combates de ideas y confl ictos entre fuerzas sociales. Y tambien, ante ella -a veces en sus propias filas y bajo la misma bandera- siempre presente, hasta cuando, como aqui, no se le percibe mas que como silueta o disfraz, LA CONTRARREVOLUCION." "Yo no creo en esto que se denomina "objetividad"; de nuestro siglo no hago un balance igual entre las victimas y los verdugos, entre el pueblo y los aniquiladores. Por el contrario, creo en la honestidad. El historiador no ha de esconder los documentos, los argumentos, los hechos. Y tampoco tiene que esconder sus propias preferencias. Cuando digo que no soy "objetivo" y que entre el pueblo y la oligarquia estoy a favor del pueblo, soy honesto y tengo derecho a ser historiador. Aquel que se autodenomina "objetivo" y no dice de que lado esta su corazon, ni es honesto ni puede ser historiador." Pierre Broue (1926-2005)
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