Esta obra constituye un valioso y oportuno aporte tanto para nuestro conocimiento como para el debate sobre cómo no combatir a la inflación. A pesar de los ejemplos que brinda la historia, muchos gobiernos y funcionarios publicos sostienen que el control de precios es una medida efectiva para controlar la inflacion. En consecuencia, ponen en practica politicas monetarias y fiscales que llevan a la inflacion, convencidos de que lo inevitable no sucedera. Asi, cuando lo inevitable sucede, la politica economica fracasa y las esperanzas se desvanecen. Los errores se multiplican y la confianza en los gobiernos que implementaron las medidas colapsa, lo cual termina empujando a la sociedad a situaciones verdaderamente indeseables. Mas alla de sus efectos economicos, las pautas oficiales amenazan el consenso de valores compartidos por la comunidad, el cual constituye la base moral de una sociedad libre.En definitiva, las politicas de controles de precios son dañosas porque no solo pospone en el tiempo las medidas efectivas para controlar la inflacion, desorganiza la produccion y la distribucion, sino que ademas crean una fuerte division social y fomentan la puesta en marcha de restricciones que amenazan a la libertad politica de los individuos