Rosario de Acuña y Villanueva

Se agrupa en este volumen un considerable conjunto de poemas que se hallaban dispersos en revistas, álbumes, almanaques... y prensa, además de los poemarios publicados en libro. Resulta de ello una muestra muy amplia de la lirica de una poeta que ha ido evolucionando desde el neorromanticismo de sus años de juventud hasta el realismo y naturalismo de su madurez, aunque sean a menudo los matices de la indagacion metafisica los que doten a su voz de intensa personalidad. Rara vez, como en sus escritos de prosa, se muestra autora de superficie, convergen en ella clasicismo y modernidad, meditacion e impetu, razon y utopia. El apartado de "Varia", un polifacetico registro de textos en prosa, da cuenta de la vida intensa y rica de Rosario de Acuña: cartas y documentos pintorescos o emotivos, trascendentes o anecdoticos, que rebelan una mirada nunca ensimismada; entre ellos, destaca sin duda, emocionante, su testamento olografo. En el revisa lucida su nada convencional pasado vital y plasma la expresion de su amor a un futuro sin ella, escrito en un puñado de deseos dejados al cumplimiento de sus herederos afectivos y universales. Sus palabras no parecen gastadas por el tiempo o las derrotas y levantan, una vez mas, el afecto de la mujer generosa y el de la escritora que no pierde la esperanza.

Drama en tres actos y en prosa, estrenado en 1891 en el Teatro Alhambra de Madrid con gran éxito, fue prohibida al día siguiente por el Gobierno Civil.

Rosario de Acuña escribe en su famoso testamento ológrafo, firmado en Santander en febrero de 1907, una petición principal: que a su muerte sus herederos recogieran sus textos y los ordenaran en sentido cronologico, para que pudiera observarse la e

Rienzi el tribuno es un drama dividido en dos actos y un epílogo.Es un alegato contra la tiranía influido por la corriente renovadora del teatro historicista romántico.La pieza se estrenó en Madrid en el teatro del Circo. La representacion de esta obra le concedio a Rosario de Acuña y Villanueva la distincion de ser la segunda mujer del siglo XIX que estrenaba una pieza dramatica en el Teatro Español de Madrid.

En el presente volumen se recogen los artículos publicados en prensa desde 1885 hasta 1923. Entre ellos, los escritos en tres lugares que representan etapas diferenciadas en la vida de la escritora: asi los firmados en Madrid (y Pinto) para Las Dominic

El Padre Juan suponía una propaganda del librepensamiento y Acuña no encontró ningún empresario que estuviera dispuesto a correr el riesgo de estrenar la obra en Madrid. Se ve obligada a formar una modesta compañia, y ella misma ensaya y dirige a los actores e incluso traza y corta los trajes. Alquila el teatro de la Alhambra al conde de Michelena y tras solicitar el oportuno permiso estrena la obra el 3 de abril de 1891. A pesar de tener ese dia de su parte a un gran sector del publico, la dureza del tema hace que estalle el escandalo y esa misma noche una orden verbal del Gobernador prohibe las representaciones. Rapidamente se agotan los dos mil ejemplares de la edicion impresa e igual sucede con la segunda, en la que suaviza alguna expresion. (De la Introduccion de Maria del Carmen Simon Palmer)