Oculta en la selva de los Sundarbans, en Bengala, vive una población única de tigres. A diferencia de sus congéneres del resto del mundo, que evitan a los humanos, estos animales se alimentan de personas. Pero en ese lugar donde se vive con la posibilidad de morir entre sus fauces, el tigre es una figura de adoración, un dios, y no se cuestionan los actos sobrenaturales que se le atribuyen. Sy Montgomery, que estuvo a punto de no volver tras el ataque de un tigre, nos descubre un lugar en el que siempre se está a merced de algo invisible y los chamanes son la única protección aparente. De repente recorriendo junglas donde cada cosa es a la vez otra, recuperamos un entendimiento más antiguo y sabio: nuestro cuerpo también está hecho de carne.
Un viaje alucinante a la mente y el cuerpo de los pulpos, una exploración sobre todo lo que los hace diferentes y, a la vez, similares a los seres humanos.Los pulpos tienen una amplia variedad de personalidades y son inteligentes de muchas formas: son capaces de abrir cajas para sacar la comida; lanzar chorros de agua para jugar con pelotas; y escapar de sus cuidadores usando una red como trampolin para saltar el acuario y correr por el suelo con sus ocho patas. Tienen un pico como los loros, veneno como las serpientes y una lengua cubierta de dientes. ¿Que saben? ¿Que tipo de pensamientos tienen? Los cientificos han probado la inteligencia de perros, pajaros y chimpances, y ahora se enfrentan a la inteligencia de los pulpos, viendoles resolver problemas y descifrando el significado de sus cambios de color.Montgomery no solo nos cuenta en este libro como nuestro conocimiento acerca de los pulpos esta cambiando, sino tambien una historia de amor: la suya (y por extension la del lector, sin duda) con los cefalopodos. A ratos divertido y conmovedor, divertido y profundo, El alma de los pulpos pone sobre la mesa por primera vez todo lo que los pulpos pueden enseñarnos sobre nosotros mismos.
Sy Montgomery es una de las naturalistas más importantes de nuestros días. Pero no es demasiado convencional: 'The Boston Globe' dijo que era «una mezcla de Emily Dickinson e Indiana Jones».