Tras la huellas de Teresa nace del deseo profundo de dar voz al camino que santa Teresa de Jesús trazó por nuestras ciudades, un itinerario que no solo pertenece al pasado, sino que sigue latiendo en la memoria, en las piedras y en el alma de cada lugar. Su autor, Paco Gomez , presenta un libro de viaje interior y exterior, donde se cruzan la geografia y el alma, la mistica y la vida cotidiana, la huella espiritual y el patrimonio visible. Porque Teresa no fundaba solo conventos: fundaba estilos de vida, formas de mirar, maneras de caminar. Desde la Red Huellas de Teresa ofrecemos estas paginas como una invitacion a recorrer, a detenerse, a mirar con profundidad, a descubrir una puerta abierta al encuentro con Teresa, con sus hijas, con sus palabras, con sus pasos, con sus ciudades. Y que cada lector #como ella# descubra que el verdadero viaje no es solo hacia fuera, sino hacia dentro.
Este volumen incluye Memoria sobre mis primeros veinte años y Memoria en torno a mis escritos. Ambas Memorias nos permiten conocer la vida y la obra de Henri de Lubac desde su nacimiento en 1896 hasta el final de su periodo militar en 1917, y desde el comienzo de su vida como profesor en 1929 hasta 1981. Inspirado por su amigo y compañero Pierre Teilhard de Chardin, Henri de Lubac no escribio unas memorias autobiograficas al uso, sino que hizo memoria de su formacion intelectual y de su labor como profesor y teologo. Guiado por las inquietudes de algunos amigos, al igual que Agustin escribio sus Retractationes y Newman su Apologia, lo hizo con la conciencia de ponerse en presencia de Dios. Asi, ambas Memorias nos ofrecen un rico panorama de su produccion teologica, asi como una explicacion de las circunstancias, personas y acontecimientos que la acompañaron. A traves de este volumen, el lector no necesariamente versado en el quehacer teologico puede acudir, sin sentirse desorientado, a las fuentes de una teologia plena y santa, obra de la fe y del amor antes que de la inteligencia, pero que porta consigo una inteligencia capaz de abrazar cuanto se conoce por la fe y el amor, la plenitud de Dios en Cristo y en la Iglesia.