París, abril de 1309. Mientras los templarios son torturados en la prisión del Châtelet y una reliquia robada a la familia real circula por los bajos fondos, figuras que se creían muertas están a punto de resucitar. Guillaume de Nogaret, consejero implacable del rey Felipe el Hermoso, envía a investigar a un dúo inesperado: un antiguo cruzado convertido en asesino y una monja rebelde.