Los heraldos negros (Lima, 1919) reúne poesías de filiación modernista, pero que son a la vez el comienzo de la búsqueda de una diferenciación expresiva. La muerte, el dolor, la conciencia de orfandad, el absurdo, el hogar de infancia, son algunos de los temas que Vallejo ya empieza a tratar desde este poemario con un acento muy personal. Esos momentos de profundo dolor que nos arrancan de nuestro devenir cotidiano ("las crepitaciones de algún pan que en la puerta del horno se nos quema"), de las efímeras distracciones con las que pasamos el tiempo, y que nos recuerdan que allí, al final, nos espera implacable la muerte.
Ficha técnica
Editorial: Castalia
ISBN: 9788497402798
Idioma: Castellano
Número de páginas: 176
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 31/07/2009
Año de edición: 2009
Plaza de edición: Madrid
Colección:
Clasicos Castalia
Clasicos Castalia
Número: 297
Ancho: 11.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por César Vallejo
César Abraham Vallejo (Santiago de Cucho, Perú, 1892- París, 1938), considerado como uno de los mejores poetas de Perú, escribió también obras narrativas, las cuales presentamos en este libro. En 1913 ingresó en la Universidad de La Libertad (Trujillo), donde se graduó como bachiller con una tesis sobre el Romanticismo en la poesía castellana. Por aquellos años se asoció al denominado grupo “Norte”, entre cuyos integrantes estaban Antenor Orrego, Macedonio de la Torre y Alcides Spelucín, entre otros. En 1918 viajó a Lima para estudiar un doctorado en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y ese mismo año publicó su primer libro, titulado Los Heraldos Negros. En 1920 fue encarcelado durante tres meses por un desafortunado incidente, un periodo en que escribió Escalas melografiadas, cuya característica principal, según los críticos, es su “prosa desgarradora”. El autor, considerado el máximo representante del Vanguardismo en su país, viajó después a Europa, en 1923, y visitó París, Madrid, Moscú, Budapest, Bruselas y Berlín. Finalmente se asentó en el continente, donde vivió quince años, y se casó con la francesa Georgette Philipard. Lejos de su país escribió Rusia, Reflexiones al pie del Kremlin (1931), Tungsteno y una obra de teatro llamada Lock-out. Vallejo careció de recursos económicos en Europa; al principio vivió de los artículos periodísticos y ensayos que enviaba a distintas revistas. Al respecto, Luis Alberto Sánchez escribió: “Europa fue terrible para Vallejo. Un hombre como él, todo sensibilidad, sencillez y contemplativo ocio, sin inquietudes políticas, generoso y discurridor, no tenía qué hacer”.