Había una vez una princesa a la que le encantaba hacer
colecciones. Un día decidió coleccionar palabras. Fue reuniendo,
una a una, todas las palabras y las fue guardando en cajas. Tenía
palabras sencillas y palabras complicadas. Cuando estuvo segura
de que no le faltaba ninguna palabra, pensó que ya era hora de
ordenarlas, pero ¿cuál sería la más importante de todas?, y…
además ¿qué podría hacer con tantas palabras?