Seamos serios: solo tienes que acudir al teatro Relish y retomar el plan».—Ya. Claro —se queja Lina mientras se endereza. Se quita los zapatos y los lanza a una caja de mimbre—. Tan sencillo. ¿Sabes cuántos meses hace que le dijimos a Relish que iríamos a pintar los murales?«Más de medio año. Lo sé. Solo un poco más de lo que yo llevo enterrado».Una novela de fantasmas, teatro, arte, secretos y todo el glamour de la época del jazz.