Urraca, además de convertirse desde su trono en el reino de León en la primera reina y emperatriz de la vieja Europa, fue una mujer valiente en un mundo y una época que le eran hostiles. Enfrentada a nobles codiciosos, clérigos intransigentes y un marido misógino y maltratador, a todos ellos supo plantar cara para sobrevivir a sus ambiciones, intrigas y a los prejuicios que los llevaron a juzgarla libertina y licenciosa por comportamientos considerados normales en los reyes varones, a más de sostener contra sus derechos, que una hembra no estaba capacitada para dirigir un reino. Se casó siendo una niña con Raimundo de Borgoña, pero quedó viuda con tan solo 27 años. Su segundo esposo, Alfonso I de Aragón resultó un rey violento que odiaba a las mujeres y cuyo odio hubo de sufrir la propia reina, al propiciar continuos enfrentamientos armados y pretender ostentar el título de emperador ligado al reino de León. También su hermanastra Teresa de Portugal acabaría siendo una fuente continua de problemas al pretender para ella el trono leonés o en su defecto, conseguirlo convirtiendo el condado portucalense, legado por su padre, en un nuevo reino. Estrategia que el obispo Gelmírez repetía en Galicia, pretendiendo utilizar para sus fines al pequeño Alfonso, hijo de Urraca. Tanto Diego Gelmírez como Alfonso I de Aragón, además de sus acosos continuos a la reina, alentaron varias revueltas en su propio reino y así hubo de padecer las iras de las muchedumbres en diversas ocasiones, entre las que destaca la ocurrida en Compostela en el 1117, cuando acosada por ciudadanos descontentos con la política de su obispo, Urraca fue golpeada, ultrajada y, según algunos cronistas, incluso violada. En 2026 se cumple el 9.º centenario de su muerte, pero su coraje ante las adversidades, su actitud independiente y libre y su extraordinaria habilidad en pactos y negociaciones siguen siendo hoy un ejemplo para otras muchas mujeres y debería serlo para aquellos gobernantes que prefieren anteponer alianzas y tratados al enfrentamiento y la lucha en la resolución de conflictos.