Expulsada su estirpe y ella misma de un jardín que custodian otros con sus espadas flamígeras, le queda la escritura y por eso los versos de Adriana Serlik nos inducen a ver las alambradas y los muros de la verguenza, las fronteras de la injusticia..., que han salpicado y salpican su vida, casi seguramente tambien la nuestra. Ojala que con la suma de sus desconciertos y de los nuestros podamos al fin construir alguna vez un mundo mas justo en el que se superen para siempre las fronteras artificiales que hasta hoy nos siguen separando y dividiendo.
Este libro de poemas es una mirada introspectiva, un libro con en el que hacer balan- ce, en el que buscarse, en el que la poeta trae al lector el espejo donde mirar a la Adriana que fue y a la que es hoy. Un espejo donde el lector debera buscar su reflej