En las épocas victoriana y eduardiana surgió un gran interés por lo sobrenatural por parte de escritores, y también escritoras, subrayando la vinculación ancestral entre la mujer y el territorio de lo magico. Elisabeth Gaskell y Margaret Oliphant creian firmemente en la existencia de los espiritus, tal como se evidencia en sus relatos "El cuento de la vieja niñera" y "La puerta abierta", respectivamente. Amelia Edward destaco por la calidad de su prosa, como se refleja en el cuento titulado "La diligencia fantasma". Mary Elizabeth Braddon escribe "El abrazo frio", una joya del horror de exquisita originalidad. El relato que cierra este libro, "El papel pintado amarillo", de Charlotte Perkins Gilman le permitio escribir acerca de sus obsesiones y ansiedades. La edicion se completa con las sutiles ilustraciones de Elena Ferrandiz, llenas de magia y fantasia.
Amelia B. Edwards, admirada por Dickens y asidua colaboradora de su revista All the Year Round, fue muy conocida en la epoca victoriana por sus cuentos fantásticos y de misterio, y tambien por su labor como egiptologa. El carruaje fantasma y otros cuentos goticos reune la totalidad de su contribucion al genero. Inquietantes experiencias en los Alpes, la Selva Negra y los grandes espacios de la naturaleza se combinan sin dificultad con los enigmas de lo cerrado: habitaciones encantadas, castillos con secretos, conventos abandonados, fabricas con espectros, carruajes fantasma En general, la voz narrativa deja en manos del lector decidir si la historia que cuenta sucedio o no en realidad, porque el acercamiento se debate precisamente entre dos extremos tipicos de la cultura victoriana: el espiritu cientifico y la creencia en el prodigio.
Amelia B. Edwards, admirada por Dickens y asidua colaboradora de su revista All the Year Round, fue muy conocida en la época victoriana por sus cuentos fantásticos y de misterio, y también por su labor como egiptologa. El carruaje fantasma y otros cuentos goticos reune la totalidad de su original contribucion al genero. En ellos no faltan los escenarios goticos tradicionales iglesias solitarias, cruces de caminos, cementerios pero es notable la novedosa introduccion de paisajes industrializados con minas, lineas de ferrocarril y grandes obras de ingenieria. Y, aunque la vena tragica deje su impronta y sean relevantes los crimenes mas espantosos, las apariciones urdidas por Edwards son generalmente benignas, casi afectuosas, y muchas veces salvan vidas. La muerte forma parte de la vida cotidiana, parece decir la autora, no podemos desprendernos de ella; no es raro que a veces hasta la veamos. El espiritu cientifico victoriano obliga, sin embargo, ante los fenomenos extraños, a ser prudentes y a instalar la duda en todo lo que nos ofrecen los sentidos: confiar en la impresion no siempre es razonable. Estos quince cuentos estan dedicados precisamente al analisis de la impresion, con una inteligencia y delicadeza memorables: les corresponde el original merito de haber modernizado, sensibilizado y pulido de faciles tremendismos el genero gotico.