Eluana Englaro tenía veinte años cuando pronunció estas palabras, ante la tragedia de un amigo querido en estado de coma. Un año después, el 18 de enero de 1992, ella misma fue víctima de un gravísimo accidente de trafico. La reanimacion la arranco de la muerte, pero le devolvio una vida absolutamente carente de sentido y dignidad, y desde 1994 quedo en estado vegetativo permanente: estable y sin la mas minima variacion. Cuando se dieron cuenta de la irreversibilidad de la condicion de Eluana, Beppino Englaro y su esposa lucharon para que se respetara la voluntad de su hija, siempre con discrecion y sin proclamas, cargando sobre sus hombros el dolor de muchos otros padres a los que, como a ellos, un infortunio les llevo a pedir lo que nunca pediria un padre o una madre. Mucho despues, el Tribunal de Apelacion de Milan, el 9 de julio de 2008, autorizo al padre-tutor a disponer la interrupcion del tratamiento de alimentacion artificial, lo que provoco la explosion de los debates y transformo el caso de Eluana en un acontecimiento mediatico sin precedentes. Ahora, Beppino Englaro, junto con Elena Nave, cuenta con sencillez y pasion la historia de esa larga batalla, aportando claridad a los mitos pseudocientificos que se utilizan para desorientar a la opinion publica, y explicando una realidad que nos podria tocar a cualquiera de nosotros, y que no debe dejar indiferente a nadie, porque, como escribe el padre de Eluana, lo unico verdaderamente importante es no tener en contra a tu propia razon, a tu propia conciencia.