Emparentada, por su tono confesional e introspectivo, con clásicos como Adolphe, de Benjamin Constant, esta novela aborda magistralmente la sutil complejidad de las pasiones, el desmoronamiento de los sueños y el eterno combate que libran la realidad y el deseo. Por boca de su protagonista, Dominique, que rememora su ya lejana mocedad, conoceremos su historia de amor con Madeleine dOrsel una constante promesa de felicidad que no llegara a realizarse, sus primerizas ambiciones artisticas y su progresivo apartamiento del mundo.Con una prosa mesurada y serena, teñida de hondo romanticismo, Fromentin traza una profunda meditacion sobre el paso del tiempo, el crepusculo de las ilusiones y la renuncia, quiza inevitable, a las esperanzas que alimentaron nuestra primera juventud.